CARTA DE LAMADRINA DELA ESCUELA

Querida Rosa, días y días pensando en enviar unas líneas y lo he ido dejando, primero porque me parecía que con esto del mundial, con toda la locura que sabía se palpitaba por esos pagos, me parecía que si yo me ponía a enviar mails desde aquí era como romper la magia y no quería ser yo la causante de tamaña atrocidad.
He leído todas las notas referidas a la escuela y su zona, fue así que me enteré del fallecimiento de los chiquitos por inhalar monóxido de carbono, algo que descoloca por completo, que te deja sin palabras. Pero además hay algo que me hizo pensar un poco, y es la nota referida a la escuela y a la zona de influencia que hizo el periodista Ricardo Cattani. En esa oportunidad entrevistaba a una señora que vive en la zona y cuyos hijos concurren a la escuela pero que, cansada de la vida dura del campo querría irse a la ciudad.
He estado pensando si existe alguna manera de ayudar a las personas que pertenecen a la comunidad de la escuela, ya que, siempre leyendo las noticias de El Telégrafo, me entero que en otros lugares forman cooperativas y venden cosas que hacen, como dulces caseros, tejidos, etc.
Todo como una manera de hacer que la necesidad no sea causa de desarraigo de personas que posiblemente se mudan a la ciudad y terminan viviendo en barrios periféricos, sufriendo la misma pobreza además de la discriminación, solamente por citar alguna de las consecuencias.
Yo pienso viajar a Paysandú en los próximos días con lo cual veré de conversar contigo si se te ocurre alguna idea, o te parece muy descabellada la mía. Te enviaré un mail cuando mi viaje tenga fecha segura, quisiera poder estar por ahí el 22 de agosto cuando festejen el cumpleaños de la escuela de Soto.
Bueno, te dejo, saludos para todos, si necesitas algo para la escuela y está dentro de mis posibilidades con gusto lo llevaría.-
Un recuerdo para Zulema, besos Helena

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